La vuelta al cole en la nueva realidad.

La vuelta al cole se acerca. Hemos aceptado que la vida sigue y que los niños y niñas necesitan cada vez más normalidad y menos cuatro paredes.

De hecho ya empieza a haber movimiento al respecto:

Las familias consideran «ineludible» que la ‘vuelta al cole’ sea presencial y piden en el Congreso un pacto educativo. Las dos principales organizaciones de madres y padres de estudiantes han coincidido en la necesidad de que la ‘vuelta al cole’ sea presencial tras meses de educación a distancia, y han pedido en el Congreso medidas que faciliten la conciliación a partir de septiembre. También que los grupos políticos retomen el diálogo que conduzca hacia un pacto educativo.   Así lo ha reclamado este lunes Mari Carmen Morillas, de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA).

Bien, es oficial entonces, en España, a partir de Septiembre el cole vuelve. Y esto es más complejo de lo que parece, la conciliación siempre fue una odisea pero ahora es un agujero de gusano. Necesario volver a la normalidad, el desarrollo cognitivo, emocional y anímico  de nuestros peques está en juego.

Eso está claro. El tema es,¿cómo lo vamos a hacer? Están nuestros centros, profesores y alumnado preparado?

Tenemos vecinos que ya se han lanzado: En China, han utilizado unos extrafalarios sombreros con churros de piscina para que sea más fácil el distanciamiento físico (Gran idea). En Europa, por su parte ya han puesto en marcha una serie de medidas para la vuelta a las aulas:

Lavado de manos constante, entrega escalonada de los niños, desinfección de objetos comunes y desinfección de juguetes dos veces al día.

Y en cuanto a los que mandan, ya tenemos unas directrices, la OMS recomienda:

• Separar los pupitres un metro. Para ello se podrían aumentar el número de profesores para poder tener menos niñxs por aula. O ampliar el horario de la educación secundaria, para hacer turnos durante el día.
• Educación ONLINE
• Clases al aire libre.
• Recreo Escalonado, para evitar que todos los niñxs salgan a la vez al patio. Así como también acceso separado para alumnos y profesores.
• Evitar aglomeraciones en salidas,  y procurar que no acudan los abuelos.
• Acceso separado de alumnado y profesorado.

Entonces todo claro no? Pero no, no es tan sencillo, la presidenta de la Asociación de Directores de Institutos de Aragón, Eva Bajén, señala que:

«si tuviéramos que dividir a los alumnos en grupos de 15 no hay recursos suficientes en los centros, ni espacios, para poder atender esa demanda«.

Y en cuanto a las distancias entre alumnado, sostiene que «habría que estudiarlo y habría dificultades, en algunos centros más que en otros» porque «hay centros que están más masificados y otros que están menos» por lo que «habría que hacer un estudio de las infraestructuras y ver las posibilidades».

Vaya, pues ahora que lo dices, creo que en Galicia nos ha de pasar igual, muchos centros están desbordados de alumnado, dudo mucho que las aulas sean suficientes, a menos que convirtamos los pabellones municipales en una sala gigante de alumnado como si de una oposición pública se tratara. O quizá haya llegado la oportunidad ideal que tanto tiempo estábamos esperando para crear fondos y dinero público para contratar a más personal docente y dejar de masificar los centros.

Ya se están manejando formas de compatibilizar todas esas medidas sanitarias con la realidad. La realidad tangible de cada centro, cada familia. Pero para ello creo que lo más importante, es tener muy en cuenta los criterios a seguir para instaurar algo justo y sano hacia los más importantes de la película, ya nos hemos olvidado de ellos y ellas? Pues claro, los niños y niñas que llevan tres meses aguantando nuestras idas y venidas:

Antes de decidir, repasemos lo importante:

¿Para qué hacemos esto, para evitar el contagio o para evitar un contagio masivo?

Para evitar el contagio tendríamos que ir forrados en un papel de burbujas y aun así, debemos recordar que el contagio no se podrá evitar, pero si podemos controlarlo lo máximo posible. Sabemos que es una pandemia muy seria, que ha muerto mucha gente, y hay que tomar medidas, pero también debemos seguir adelante para que la crisis no sea mayor.

¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de establecer las medidas?

Conciliación: intentar ayudar a las familias en la medida de la posible

Académica: Intentar no dejar atrás el currículo escolar, y evitar que esto termine siendo una crisis educativa.

Social: El gran olvidado. Tener en cuenta que los niños y niñas necesitan estar en contacto social para su desarrollo integral, no físico. Por lo tanto promover el contacto social aunque evitemos el físico es sumamente importante.

Según Beatriz Cazurro, psicoterapeuta, autora del libro “Estoy aquí. Cómo amortiguar el impacto de las situaciones estresantes en los niños y las niñas.

“A la hora de crear los protocolos o medidas se deben tener en cuenta las necesidades de movimiento y relación, si no estamos cayendo en una negligencia”

Para ella, no se están teniendo en cuenta las necesidades de la infancia en este sentido: “de movimiento, de relacionarse… si eso no se tiene en cuenta a la hora de tomar medidas sanitarias, estamos cayendo en una negligencia como sociedad muy grande y que va a tener consecuencias”, afirma. Cazurro rechaza que ese pensamiento se vea como “exagerado” y apunta a que desde la psicología se puede prever qué ocurre en ciertos contextos.

Y decimos esto porque una de las medidas barajadas para poder llevar a cabo el escalonamiento en los centros es dividir al alumnado para que acudan en días alternos, combinando así la enseñanza presencial con la online. Si hacemos esto debemos de tener en cuenta las consecuencias de estas divisiones, y volver a recalcar de nuevo los criterios: conciliación, académico, sanitario… pero sin olvidar el psicológico.

Explico esto, para no quedar de exagerada: Imaginad por ejemplo que la división se haga al azar o por apellido, y juntemos a una victima de abuso con sus abusadores, día tras día, mes tras mes… Al cabo de unos meses, tendríamos un niño/a que no quiere ir al cole, y con graves implicaciones psicológicas que le acompañarán años. O por ejemplo, alumnado desmotivado porque ha perdido a su grupo de amigos y amigas… (porque resulta que los únicos con los que se llevaba van en el otro turno), podemos creer que esto no es importante, y que ya hará más amigos, pero si el criterio psicológico no se tiene en cuenta en ningún centro, estas cosas pueden tener consecuencias en el rendimiento académico de muchos niños y niños en todxs los colegios españoles, y provocar una búsqueda constante de contrarrestar esta falta de contacto con las pantallas y el juego online desde casa o peor.

No se trata de dejar que cada niño/a vaya con quien quiera, porque jamás llueve a gusto de todos, se trata de establecer criterios razonables y respetuosos con una infancia en una etapa social muy sensible, algo que siempre hizo el profesorado como agrupar según comportamiento: «Fulanito mejor aquí que si no con Citranito se revoluciona mucho…»porque no creo yo que los pusieran al azar, pues se trataría de seguir haciéndolo, pero por necesidades.

Hay decisiones que traen consecuencias, por eso es de vital importancia tener en cuenta que el contacto social sigue siendo una necesidad para el desarrollo normal de la infancia. Promover este contacto sin contacto físico puede resultar todo un reto pero no es imposible. Debemos de establecer unos criterios de división claros que incluya también la parte social y emocional de todos y todas, no sólo lo que nos viene bien a los adultos.

Incluyámoslos de una vez por todas en esta problemática social, porque han esperado para salir, han esperado para jugar. Y vemos como los bares han abierto en junio y como el ocio nocturno abrirá el 1 de Julio, pero los niños y niñas siguen sin alternativas de ocio comunitarias que respeten las medidas de distanciamiento físico. Se puede conseguir!

No nos olvidemos de sus necesidades, ellos y ellas nunca lo harían.

Virginia Castro Crespo